¡Padre perdónalos!

¡Padre perdónalos!

Por Kenny Cruz
“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen…” Estas fueron la palabra de Jesús, descritas en el capítulo 27 del evangelio según Mateo, palabras que año tras año son predicadas y enseñadas en nuestras congregaciones. Es más el misticismo creado entorno a estas palabras que la verdadera acción que deberían promover en nuestras vidas. Es más el romanticismo que los cristianos hemos creado tradicionalmente en la época de la Semana Mayor, que la reflexión y aplicación que se le brinda a estos enunciados. Irónicamente, la propia frase aplicaría en estos momentos: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen…”

Esta frase puede visualizarse en dos vertientes: primero, está la expresión “Padre”, que representa el clamor levantado por Jesús en un momento determinado de su crucifixión. Y segundo, “perdónalos porque no saben lo que hacen”, que aunque forma parte de la oración, es el contenido de la oración que representa la condición de personas con un pensamiento y acción incorrecta.

La primer vertiente, “Padre”, indica varias cosas que podemos evaluar. Por ejemplo, demuestra la relación Padre-Hijo entre Dios y Jesús. También demuestra cómo Dios es visualizado, aún por el propio Jesús, cómo la salida en nuestras vicisitudes. Pero sobretodo demuestra la cercanía entre estos, una cercanía que no esta basada en las circunstancias, sino en el amor y en el servicio. Debemos aprender a ver a Dios como nuestro “Padre”…

Ahora en términos del clamor de Jesús son varios los factores que podemos evaluar. Primeramente vemos la preocupación, la intención, el dolor, que es resultado del amor de Jesús, donde aún con el daño que estos les están haciendo su pensamiento está en su perdón, en su salvación. Las palabras de Jesús definen cómo estas personas no conocían el significado de sus actos, pero aun así Jesus esta procurando su perdón.

En muchas ocasiones estamos realizando actos de los cuáles no estamos conscientes de sus consecuencias, pero en otras sí sabemos sus consecuencias y aún así continuamos. El clamor del Señor Jesús va dirigido a perdonarte, a rescatarte, pero no podemos seguir cediendo a la falla teniendo el conocimiento. Ante lo que es la conmemoración de la Semana Santa, momento histórico en el que Jesús vence la muerte por nuestra salvación, no podemos desvalorizar tal osadía con nuestras acciones y pensamientos incorrectos.

El clamor de Jesus fue: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”; pero hoy nuestro clamor debería ser: “Padre, perdónanos, porque sabemos lo que hacemos y aún así te fallamos.” Esto no es una aceptación al pecado en nuestras vidas, es una confrontación al pecado y a que tenemos una lucha a vencer, que sólo aquel quien fue el único en vencerlo, puede hacerlo una vez más en nuestras vidas. Recordemos tan inmerecido regalo no sólo en Semana Santa, sino hagamos de nuestras vidas un lugar santo a través de Jesús y la salvación que hace disponible a través de su gracia.

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